Descripción
Aún siendo pecado capital, La Pereza es la musa a la que adorar en una sociedad centrada en la sobreproducción y en jornadas laborales agotadores. El descanso y el ocio son las prácticas indolentes que nos acercan a la felicidad más humana.
Como pintor, no he podido evitar encontrar referencias a la pereza en la pintura. Las Venus han sido representadas en muchas posiciones y estilos pero siempre muestran una actitud de calma y quietud, tumbadas en el sofá, en la arena de playa, en el campo… Más bien parece que simbolicen la holgazanería más que el amor o la belleza.
Por eso, quiero rendir mi particular homenaje a la indolencia desde el arte, con una musa referente para nuestros tiempos, la Venus de la Pereza, que podamos adorar en verano leyendo bajo la sombra de un árbol.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.